viernes, 30 de septiembre de 2016

¡Feliz día europeo de la música!

El día 21 de junio es conocido desde 1985 (año europeo de la música), como el día europeo de la música, iniciado en Francia en el año 1982 como ''La fiesta de la música''. Bueno, ¿Y qué tiene de especial para mí este día?, pues muchísimo, puesto que junto a la literatura y escritura es una de mis pasiones. Hace cinco años comencé mi andadura con un instrumento musical totalmente desconocido para mí, la trompeta. Sí, esta soy yo. Comencé para descubrir un poco más sobre ello, y me enganché, me gustó tanto que decidí aprovechar la ocasión y apuntarme a alguna agrupación, y como no, fue en la agrupación musical de la hermandad de Sevilla a la que pertenezco desde hace diecisiete-dieciocho años. Pero mi curiosidad no acabó ahí, no. Siempre tuve la necesidad de aprender a tocar un instrumento en el cual veía una dificultad inmensa, la flauta travesera, ¿Cómo podía la gente tocar aquel instrumento?, parecía tan difícil... Y lo fue, en mi principio lo fue, me agobiaba, mis dedos parecía evitar cada apertura, pero lo conseguí, con trabajo y amor lo conseguí, fue tan maravilloso... Y es que como todo en esta vida, con trabajo, esfuerzo, paciencia (en un instrumento sobre todo), y pasión, todo acaba llegando. Y hoy, día 21 de junio es su día europeo, día en el que todos los artistas lo festejamos. La música es algo que no todo el mundo entiende igual, ni la sienten de la misma manera. Es algo que expresa, como la escritura, todo lo que llevamos dentro, sentimos. A su diferencia es un lenguaje universal, mucho más universal que el inglés, porque todos entendemos sus notas de la misma forma, tenemos el mismo tiempo, y la entendemos de la misma manera. Es un lenguaje que todos pueden estudiar, pero que pocos son capaces de expresar, de con él toca el alma, emocionar, llegar a un público. La música me ha acompañado, incluso antes de empezar en ella, en buenos y malos momentos, me ha dado grandes recuerdos, risas y llantos, incluso agobios, muuuuuuuchísimos agobios, pero merecía la pena. Merecía la pena coger mi instrumento, oír aplausos, saber que había llegado al público, me habían entendido, se habían sumado a mis sentimientos en esos momentos. Y es que la música no es sólo de aquel que tiene conocimientos de ella, sabe tocar un instrumento o la estudia, sino de todo aquel que de una forma, más cercana o más lejana, la siente, se deja llevar por ella. La música es de todos, y se hizo para todos. Por eso para mí es un día especial, uno de los más especiales del calendario. ¡Feliz día europeo de la música a todos y todas! PD. Siento mucho el engorro, pero cuando una expresa sentimientos, lo hace tal y como dice la palabra: Sintiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario